A nadie le gusta mentir y todos saben que no es algo bueno. Sin embargo, ser honesto con los demás y con uno mismos a veces es más difícil que engañar o aparentar.
Existen una serie de causas para que las personas mienta. Es decir, obstáculos para la honestidad son:
La impunidad
En ocasiones la justicia demuestra que se pueden violar las leyes y traicionar los compromisos sin que haya ninguna consecuencia.
La viveza de los mentirosos
Hay momentos en que los éxitos que obtienen aquellos que engañan que hacen parecer ingenuas a las personas honestas. A pesar de que sean honradas y responsables consiguen menos reconocimientos que aquellas que viven de la trampa.
Falta de estímulos
Sin importar las dificultades que pueda traer ser completamente sincero. Quienes cumplen con su deber y defienden sus principios y valores no reciben suficientes incentivos.
Malos entendidos
Aunque la honestidad es uno de los valores que más se suelen apreciar, lo cierto es que también puede terminar por causar problemas. Si se toma de mala manera puede afectar muchos aspectos de la vida.
El miedo
Especialmente cuando no se quiere contar la verdad de algún hecho por temor a ser juzgado o por no querer traicionar a alguien. Las personas suelen tener miedo a ser rechazados por su entorno.
Una las cosas más difíciles de llevar a cabo es ser honestos con nosotros mismos. Precisamente, toda coherencia en la vida, tanto en aspiraciones, actos, o relaciones humanas depende de esta capacidad de ser honestos.
Mirarse a uno mismo con honestidad es difícil porque requiere de valor, requiere humildad y amor hacia quienes somos.
Sin embargo, una persona honesta tarde o temprano es reconocida por vivir bajo la verdad. Al final, ser confiable, creíble y leal abren muchas puertas y presenta muchas oportunidades para el éxito.