Desde que somos niños hasta que crecemos, en casa y en la escuela escuchamos hablar sobre los valores. Año tras año escolar escuchamos a los maestros enseñar a los niños sobre los valores y en qué consisten.
Tal vez muchos no lo crean, pero para los niños es mucho más fácil entender ciertas cosas, sobre todo aquellas cosas, que tienen que ver con la moral, es decir, lo que está bien hacer y lo que está mal hacer.
Cumplir con la familia, compañeros y comunidad en esto de los valores, es algo que por lo general en el transcurrir del tiempo se olvida, se negocia, se modifica y termina extinguiéndose por no practicarlo.
Si queremos enseñar a nuestros niños sobre los valores o temas como la honestidad no es tan difícil, la verdad es sencillo, porque los niños comprenden rápidamente y su instinto es imitar.
Elegir hacer el bien
Aunque los valores están llevados por realizar acciones y cumplir con una regla o un patrón establecido, lo que debemos entender es que todas las personas tienen que elegir y los padres deben enseñar entonces a elegir hacer el bien.
Cuando le enseñamos a los niños a hacer cosas buenas porque está bien hacerlo, entonces temas como la honestidad, integridad, solidaridad, disciplina, constancia o responsabilidad les quedaran pequeños.
El ejemplo, la demostración más eficaz
Uno de los factores más influyentes en el comportamiento de los chicos es lo que le enseñamos en casa, pero no a través de lo que le decimos, sino a través de lo que le permitimos ver. En pocas palabras, “nuestro ejemplo”
Ahora bien, la honestidad básicamente es, ser transparente, justo, sincero, aquí se lee bien, pero aplicarlo no es tan fácil y transmitirlo mucho menos. Para demostrarle a un niño lo que es ser honesto parte del principio.
Poner en práctica la honestidad
Lo primero es ser honestos al respecto de nosotros mismos y que ellos puedan ver eso, lo segundo es ser honestos con ellos y el tercer paso es ser honestos con los demás.
Es importante que ellos entiendan que usted es una ser que se acepta a sí mismo, que reconoce que comete errores, hay que demostrarles que la intención de sus acciones son buenas y no solo eso sino que así debe ser.
Mentirle a un niño no es bueno, esconderle el juguete tampoco, decirle que lo premiara cuando no es así tampoco es bueno. Usted debe decirle la verdad y enseñarle cuales son las consecuencias de los malos actos.
Esto es lo que hace que un niño comprenda lo que es ser honesto, es mucho más efectivo que las palabras. Sin embargo estas, no están de más utilice las palabras cuando el haga lo incorrecto, para corregir.
Si tomo algo que no es suyo por ejemplo, explíquele que al hacerlo cometió una injusticia, dígale que está mal y que debe respetar las cosas que no son suyas y que debe preguntar si puede tomar el objeto.
Esta es una mejor manera de explicarle a un niño como ser honesto, siendo honesto primeramente usted. Siendo bueno primero usted, siendo integro primero usted en fin practicando el buen actuar.
Sabemos que en el camino ellos se encontraran personas deshonestas y que tal vez les llegara la oportunidad de ser deshonestos también, aquí está el detalle en elegir hacer el bien.
Si les demostramos a los niños que ser honestos alimenta su personalidad y le llena de virtudes y cualidades, entonces aprenderá a hacer esto por sí mismo, para sentirse bien, porque está bien.
Los niños actúan bajo la aceptación y la aprobación, si aprobamos su buena voluntad y le enseñamos a ser buenos, honrados y sinceros porque es algo bueno para ellos mismos y para los demás conservaran la actitud honesta.